8 de febrero de 2009

Caminando sobre suelo mojado..

Se cansó de caminar sobre los charcos… De sentir el suelo bajo sus zapatos mojados… Cada paso que daba mojaba aún más sus pies… fríos & arrugados de tanta agua… Comenzó a correr, con desesperación… como si le fuera la vida en ello, comenzó a sentir como el viento luchaba contra su carrera, & llevaba hacia atrás sus lágrimas, que, desafiando las leyes de la gravedad, no llegaban a tocas sus mejillas… Entró en el edificio, & comenzó a subir, peldaño a peldaño, sin disminuir la velocidad, su corazón estaba acelerado, su pulso, roto… pero siguió subiendo… Cuando dejó el último piso atrás, se encontró frente a una puerta, & la abrió… entonces, exhaló con fuerza, como si de su último suspiro se tratara, quiso sentir el aire frío entrando en sus pulmones, & hasta sintió un pequeño calambre en la sien… miró a su alrededor, todo estaba desierto… El mundo bajo sus pies… El cielo sobre su cabeza... Volvió a sentirse minúscula… pero esta vez no le importó, ese era su objetivo, ahora quería esconderse, desaparecer aunque fuera sólo un momento, lo que más le dolía, era no poder huir de si misma… -“Bueno, no se puede tener todo”-… pensó con amargura… Avanzó y se sentó en el bordillo, se quitó los zapatos… & los lanzó al vacío, observando como caían… cerró los ojos y aspiró fuerte, muy fuerte… hasta que le dolió… Sintió el aire frío de esas alturas acariciando su rostro… Sólo quiso que la ataran a un sentimiento… sentir que aún podía ser maravillosamente amada… sentir un aliento en su nuca… un susurro en su oído, un tacto cálido en su cintura… & vino a su cabeza cuán absurdas podían llegar a ser sus aspiraciones… si ni siquiera podía mantener sus pies secos… & los zapatos en ellos… Y pensó con amargura… -“Bueno, no se puede tener todo”…- Miró al cielo… del que colgaban miles de estrellas, y levantó su mano, cerrando un ojo, con su pulgar, tapó la luna… se rió de su tontería, & también cayó en la cuenta, de que lo hacía por primera vez en días, lo de sonreír… porque las tonterías eran su mejor oficio, &… de que podía tenerlo todo abriendo su ojo & dejando el pulgar, y su mano, al calor del bolsillo… Bajó de su improvisado asiento, & agradeció estar en su edificio, después de todo, no debía ser agradable, pisar mojado con los pies descalzos… Caminó los metros que la separaban de su hogar con un paso lento… relajado, miró a la luna & le guiñó un ojo, decidió guardar su miedo y los charcos de su alma, junto a su pulgar… en un bolsillo “Bueno…- pensó-… quizá puedo tener más… de lo que pensaba…