29 de agosto de 2009



Me dedico a mirarte y a intentar capturar un poco de tu aliento, del aire que dejas escapar entre beso y beso, entre palabras. Me gusta beberte así, sorbo a sorbo, y saberme de memoria el escalofrío de siempre y tener las ideas claras, es decir, que voy a acabar llorando, como siempre, y que tú terminarás comiéndote mis lágrimas. Y mañana será otro día igual que hoy, quizá tan gris como esta tarde… o puede que aparezcan de una vez por todas los infinitos colores que nos prometieron de pequeños. Pero estarás tú, tan diferente como todos los días, sorprendiéndome con nuevas formas de juntar los labios, de enlazar las manos, de apoyar tu cabeza en mis costillas. Cierro los ojos y estoy allí. Estoy contigo. Y saltamos las olas y vemos las estrellas y dibujas constelaciones en mi espalda. Casi me basta con cerrar los ojos y desearlo fuerte. Entonces, noto tu mano. Siento tu mano apretando la mía y tu boca se acerca a mi oreja y me canta en susurros. Puedo oírte con sólo quererlo. Casi puedo sentirte a mi lado. Y me da el viento en la cara mientras me agarro fuerte a tu cintura. Tienes los dedos enredados en mi pelo y te encanta. Y a mí me encanta que huelas a salitre y me lleves en coche a lugares soñados. Y cierro los ojos y me veo caminando entre rocas, paseando en la arena, intentando subirme a una lancha de tu mano. Apenas necesito cerrar los ojos y ya estoy allí, ya se acercan tus labios, ya te alcanzan los míos…. Y Escúchame, no digas nada, sólo mírame a los ojos y deja que mis palabras lleguen a tus oídos, permite que mis manos te expliquen lo que siento por tí, que en un beso pueda decirte que eres todo para mí, que en una mirada intente describir la emoción que provocas al tomar mi mano. Escúchame, sé que no sientes nada por mí, que piensas que esto no puede ser, que existen mil pretextos para no arriesgarte, que crees que vas a llorar y sufrir una vez más, pero te has equivocado, porque si me regalaras una noche te entregaría mi esencia, te besaría como nadie jamás lo ha hecho, te regalaría mi corazón sin pedir nada a cambio.

23 de agosto de 2009

¿Quieres ver lo guapa que estoy cuando lloro?


Ella es una muñeca de trapo que ha vuelto a coserse por sí misma un número considerable de veces. Ella es un puzzle cadente de piezas, una semana sin sábado, un árbol al que el invierno le ha arrebatado las hojas. Es como un libro abierto, pero sin palabras. Ella es un crepúsculo de verano y una tarde de otoño, una primavera lluviosa pero a la vez alegre y un invierno amargo. Es un comienzo en anacrusa y una cadencia rota. Es un trozo de esperanza que ha sido golpeado por la vida. Ella es la sonrisa de un mundo triste, es la última hoja que le queda a aquel viejo árbol a finales de noviembre. Ella es un hueco más en este mundo de locos. Podriamos escaparnos dentro de nuestra mente, allí seguro que las cosas nos saldrian de maravilla. Cierra los ojos, y pon las palmas de mis manos en tus orejas. Quiero que te escuches a ti misma para que puedas perderte dentro de tus pensamientos.. ¿Te encuentras?

17 de agosto de 2009


No importa que se nos congelen las manos, que se cristalice la piel como un veneno que ha avanzado demasiado lejos. Yo también te pienso al despertar, aunque tu imagen se desvanezca entre las sábanas que se enfrían. Esta fábula nos ha hecho invisibles. No sabes que te nombro mientras camino, no me oyes, aunque te llevo unido al paladar. No me conformo con vivir así. Imagino que me encuentras y esta herida desaparece, que algo vuelve a poner mis pies sobre el asfalto. Me niego al anonimato, pero ya no quiero existir a solas. Necesito de ti, desespero por hallarte una tarde de frío. Tienen que congelarse nuestros huesos, yo puedo hacer crujir las hojas con mis pasos. Sólo deseo que me sigas sin mediar explicaciones, apenas revelarte con tus ojos. Aunque no. Nunca se me han cumplido los sueños. Temo encontrarte y que no me reconozcas. He pasado años creyendo que no existes, ignorando tu nombre, cerrándote los espacios. Pero alguien me ha hablado de ti. Nunca he creído en cuentos, el papel de princesa no me queda bien. Apenas una bruja con su escoba. Bastó un murmullo para anudarte ciego a mi garganta. Ahora todas las cosas del mundo me hablan de ti. La otra noche te soñé, tu aroma era suave y tenías un lunar cerca del cuello. No pude ver tu rostro. Tus brazos me sostenían fuerte, se me llenaban los huesos de espuma. Luego desperté y hacía frío. Mi cuerpo permaneció quieto entre las sábanas. Entonces se me hizo imposible regresar. Como un presentimiento breve, invertiste el sentido de mi vida. Ya no camino como antes, dudo en las esquinas, retrocedo los pasos. A veces también tiemblo. Te pareces a otros que finalmente son distintos. Primero fueron días, después semanas. Podía pasarme horas en un mismo lugar, hasta que caí en la cuenta de que no podía ser cualquiera. Me he quedado quieta sobre este puente del Pier, decidida a quemarte los ojos si apareces. Tarde o temprano pasarás por aquí; se trata de un lugar estratégico. Como un viceversa que no sabe de atajos; ni tú ni yo estaremos libres. Enciendo un cigarrillo y empiezo a observar. La ciudad se ve distinta desde aquí. Las personas pasan rápido y no hablan. Atardece, se encienden las luces de los coches. Hay una mancha sobre el mar, no creo que exista otro igual en el mundo. Cuando aparezcas, me gustaría preguntarte si piensas lo mismo. Algunos turistas toman fotografías, no entiendo lo que dicen. El viento desordena mi pelo, guardo mis manos en los bolsillos. Recito un verso de memoria"... sin embargo te advierto que estamos cosidos a la misma estrella...".De pronto, alguien toca mi espalda, pero yo no me atrevo a mirar.

4 de agosto de 2009


¿Qué sientes?
No te preocupes. Mucha gente piensa como tú. Mucha gente siente como tú. No estás solo. Incluso si quieres. Cierra los ojos y piensa en tu vida. ¿Te gusta? ¿Eres feliz? ¿Te sientes mal? ¿Qué sientes? ¿Qué piensas? Cierra los ojos. Respóndete. Sólo puedes responderte tú mismo. El resto es nada, nada de nada, no importa. El resto es una estafa, es un estúpido juego o quizás una broma. Cierra los ojos. ¿Qué sientes?

Se escapan las palabras a mi entendimiento y las sonrisas se vuelven amargas, ya no hay sueños tras el espejo... ni aquella luz en tu mirada. Llega la noche, al fin terminó el día. Canta un reloj insoportable, tic-tac tic-tac... Pierdo la mirada tras los cristales de mi ventana, donde la luna se esconde bajo un cielo gris de Agosto. Una noche más sin estrellas, otro día sin un ''te quiero'' cara a cara que yo sienta realmente... Podría reír o tal vez llorar... pero se me escapan los motivos. Y me pierdo como cada noche entre las sábanas, con un ojo medio abierto por si la ilusión quisiera regresar. Duerme el mundo... Llora el cielo... tic-tac tic-tac...