14 de noviembre de 2010

Infancias.

Cuando el niño era niño, era tiempo de preguntas como: por qué yo soy yo y por qué no tú? Por qué estoy aquí y por qué no allí? Cuándo empezó el tiempo y dónde termina el espacio? Acaso la vida bajo el sol no es sólo un sueño? Acaso lo que veo, oigo y huelo no es sólo apariencia de un mundo ante el mundo? El mal existe de veras y acaso existen personas que son malas? Cómo puede ser que yo, el que soy no existiera antes de que yo fuera y que en algún momento, el que soy yo ahora ya no será el que yo soy. Es extraño... aún sabiendo que tiene que terminar, cuando termina, siempre sientes ese remordimiento inevitable de "¿hice lo correcto?". Lo malo de los sentimientos es que tienen ese modo sigiloso de aflorar cuando menos te lo esperas. El invierno debe ser muy frío para aquellos que no tienen cálidos recuerdos.Cuando tenía 10 años fabricaba recuerdos, ahora, intento olvidarlos.